
¿Alguna vez has sentido que tu cabeza late como si fuera un tambor, que la luz te molesta, que los ruidos son insoportables y que lo único que quieres es encerrarte en un cuarto oscuro y quedarte allí hasta que todo pase? Si es así, es muy probable que hayas tenido una migraña.
No estás sol@: las migrañas afectan a más de mil millones de personas en el mundo y son una de las principales causas de discapacidad neurológica. No se trata de un simple dolor de cabeza —quienes las sufren saben que pueden arruinar un día entero, interrumpir reuniones importantes, forzar ausencias en el trabajo y afectar la vida social y familiar.
Migrañas: Una visión integral para comprenderlas, aliviarlas y prevenirlas
En este artículo queremos explicarte de forma sencilla qué es la migraña, cuáles son sus causas, qué síntomas produce y que alternativas existen para tratarla, aliviarla y prevenirla. Te daremos información desde el punto de vista de la medicina occidental, también desde la medicina oriental, para que tengas una visión integral para que puedas entender tu cuerpo y puedas encontrar la estrategia que mejor se adapte a ti recuperar el control sobre tu bienestar.
¿Qué es la migraña?
La migraña es un trastorno neurológico que se caracteriza por ataques de dolor de cabeza de intensidad moderada a severa. La duración de cada crisis puede ir de 4 a 72 horas y el dolor suele sentirse de un solo lado de la cabeza (aunque a veces afecta a ambos lados). Es un dolor pulsátil, como si sintieras el latido del corazón dentro de la cabeza, y suele empeorar con el movimiento, la luz o el ruido.
Pero la migraña es mucho más que dolor de cabeza ya que puede venir acompañada de otros síntomas como:
- Náuseas o vómitos
- Sensibilidad a la luz (fotofobia)
- Molestia por ruidos (fonofobia)
- Visión borrosa o destellos de luz
- Fatiga intensa
- Dificultad para concentrarse

Tipos de migrañas
Hay varios tipos, pero los dos más comunes son:
- Migraña sin aura – la más frecuente (70-75% de los casos). No da señales de aviso, simplemente aparece el dolor.
- Migraña con aura – ocurre en un 25-30% de las personas. Antes de que comience el dolor, aparecen síntomas neurológicos transitorios: luces en zigzag, destellos brillantes, dificultad para hablar, hormigueos en las manos o la cara.
Existen formas menos comunes, como la migraña hemipléjica (provoca debilidad en un lado del cuerpo durante el aura) o la migraña crónica (cuando hay dolor más de 15 días al mes).
Desde la medicina tradicional Oriental, la migraña se interpreta de una forma diferente: no se trata solo de un problema en el sistema nervioso, sino de un desequilibrio en el flujo de energía (Qi) y sangre (Xue) en los meridianos que atraviesan la cabeza, especialmente los de Hígado, Vesícula Biliar y Vejiga. Cuando el flujo de energía se bloquea, aparece el dolor.
Por eso, los tratamientos en MTC buscan desbloquear esos meridianos mediante acupuntura, digitopresión, fitoterapia y técnicas de masaje (como el tuina o la reflexología).
¿Por qué aparecen las migrañas?
Aunque la ciencia aún no ha encontrado una única causa, hoy sabemos que la migraña es un trastorno neurovascular complejo. Está involucrado el sistema trigeminovascular (que transmite el dolor desde la cabeza), hay alteraciones en neurotransmisores como la serotonina y una predisposición genética.
Dicho de otra forma: las personas con migraña tienen un sistema nervioso más sensible que reacciona de manera exagerada ante ciertos estímulos.
Factores desencadenantes más comunes
- Estrés – el desencadenante número uno. Tanto el estrés intenso como el “bajón” que viene después de una semana de trabajo pesado pueden provocar crisis.
- Sueño irregular – dormir poco, demasiado o cambiar los horarios.
- Cambios hormonales – muy típico en mujeres durante la menstruación, embarazo o menopausia.
- Alimentación – ciertos alimentos como chocolate, quesos curados, embutidos, vino tinto y exceso de cafeína.
- Estímulos sensoriales – luces brillantes, ruidos fuertes, olores penetrantes.
- Cambios de clima – sobre todo cambios bruscos de presión atmosférica.
- Deshidratación o ayuno prolongado.
También debemos considerar que algunas disfunciones mecánicas favorecen la aparición de migrañas:
- Restricciones en las suturas del cráneo.
- Irritación de los nervios occipitales por tensión cervical.
- Bloqueos en la caja torácica y el diafragma que afectan el retorno venoso.
- Desequilibrio pélvico que genera tensión en las membranas craneales.
No podemos olvidar la influencia de la mente: la ansiedad, la depresión, el perfeccionismo y el miedo anticipatorio a que llegue una nueva crisis pueden aumentar la frecuencia e intensidad de los ataques.
Síntomas y fases de una crisis de migraña
Una migraña no aparece de repente, sino que suele seguir un patrón en cuatro fases:
Fase prodrómica
Empieza horas o incluso días antes del dolor. Puedes sentir cambios de humor, cansancio, rigidez de cuello, antojos extraños, bostezos frecuentes o sensibilidad a la luz.
Aura (en quienes la tienen)
Dura entre 5 y 60 minutos. Los síntomas más comunes son destellos brillantes, visión en zigzag, hormigueos en cara y manos, dificultad para hablar o sensación de debilidad.
Fase de dolor
El dolor es pulsátil, de moderado a severo, y empeora con el movimiento. Suele durar de 4 a 72 horas. Durante esta fase, la mayoría necesita aislarse de la luz y el ruido.
Postdromo
Cuando el dolor desaparece, llega la “resaca migrañosa”: cansancio extremo, mente nublada, hipersensibilidad en el cuero cabelludo o, en algunos casos, euforia.
Tratamientos para la migraña
El tratamiento se divide en dos objetivos principales: aliviar las crisis cuando aparecen y prevenir que ocurran tan seguido.
Tratamiento de crisis
- Analgésicos y AINEs – como ibuprofeno o naproxeno, tomados al inicio de la crisis.
- Triptanes – medicamentos específicos que actúan sobre la serotonina (sumatriptán, rizatriptán).
- Antieméticos – para controlar náuseas y mejorar la absorción del medicamento.
- Técnicas de relajación y respiración – para calmar el sistema nervioso.
- Terapias manuales – masaje craneosacro, liberación miofascial en cuello y mandíbula, movilización cervical suave.
Tratamiento preventivo
Si tienes más de 4 ataques al mes o las crisis son muy incapacitantes, el médico puede indicar tratamiento preventivo:
- Betabloqueadores – propranolol, metoprolol.
- Antidepresivos tricíclicos – como amitriptilina, que además ayuda a dormir mejor.
- Antiepilépticos – topiramato, valproato.
- Anticuerpos anti-CGRP – medicamentos más nuevos que bloquean una sustancia clave en la migraña.
- Suplementos – magnesio, vitamina B2 (riboflavina), coenzima Q10.
Un plan de tratamiento realmente efectivo suele combinar varias estrategias:
- Masaje terapéutico – alivia tensión en cuello, hombros y mandíbula.
- Ejercicio terapéutico – fortalece la musculatura cervical profunda y mejora la postura.
- Mindfulness – ayuda a reducir el estrés y el miedo a las crisis.
- Terapia cognitivo-conductual – entrena al paciente a manejar pensamientos negativos y reducir ansiedad.
- Biofeedback – enseña a controlar variables fisiológicas como la tensión muscular.
- ACT (Terapia de Aceptación y Compromiso) – fomenta la aceptación del dolor y el compromiso con la vida, incluso en días difíciles.
Estrategias de prevención y autocuidado
La clave para reducir las migrañas es crear hábitos de vida que protejan tu sistema nervioso:
- Mantén horarios regulares de sueño – duerme 7-8 horas diarias.
- Come de forma equilibrada – evita ayunos prolongados y detecta qué alimentos te afectan.
- Hidrátate bien – la deshidratación es un desencadenante frecuente.
- Haz pausas activas si trabajas sentado muchas horas.
- Practica ejercicio moderado – caminar, nadar, yoga o pilates.
- Aprende técnicas de respiración – por ejemplo, la respiración 4-7-8 para relajar el sistema nervioso.
- Gestiona el estrés – meditación, música relajante, tiempo de ocio.
- Escucha tu cuerpo – si notas señales tempranas de crisis, actúa rápido.
Conclusión
Las migrañas son un desafío, sí, pero no tienen por qué controlar tu vida. Hoy en día contamos con herramientas muy eficaces para tratarlas y prevenirlas: desde medicamentos y técnicas manuales, hasta psicoterapia, suplementos, ajustes en la alimentación y hábitos de autocuidado.
En nuestro centro entendemos el bienestar como un equilibrio integral entre cuerpo, mente y emociones. Por eso, nuestros programas combinan masajes terapéuticos, técnicas de relajación y educación en bienestar, con el objetivo de ayudarte a reducir el dolor y recuperar tu calidad de vida.
Cada persona es única, y por ello consideramos fundamental identificar los factores que desencadenan las migrañas. Conocer qué las provoca permite encontrar la mejor estrategia para mitigarlas o incluso prevenirlas. Para ayudarte en este proceso, ponemos a tu disposición dos ficheros que te permitirán reconocer tus síntomas y descubrir qué alternativas se adaptan mejor a tus necesidades.